Descubre cómo practicar gratitud de forma eficiente y benefíciate al máximo de esta poderosa herramienta.
La neurociencia está investigando los efectos que la práctica de la gratitud tiene en nosotros y ha descubierto que algunas formas de usar esta herramienta son más beneficiosas que otras.
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“La esencia de todo bello arte es la gratitud” #Friedrich Nietzsche
¿Qué aprenderás en este artículo?
- ¿Cómo practicar la gratitud de forma eficiente?
- La forma más efectiva y beneficiosa de practicar gratitud
- ¿Con cuánta frecuencia es bueno practicar la gratitud?
- ¿Cuándo es mejor realizar esta práctica?
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¿Cómo practicar la gratitud de forma eficiente?
La idea más extendida de cómo practicar la gratitud es a través de escribir o recitar de forma recurrente afirmaciones de agradecimiento. Pensando profundamente y sintiendo emociones de aprecio por aquello que valoramos.
Según los últimos estudios neurocientíficos se ha descubierto que esta práctica es más efectiva si se estimula nuestro sistema nervioso autonómo.
El sistema nervioso autónomo está formado por:
- El sistema nervioso simpático: Un conjunto de conexiones y circuitos asociados con hacer que estemos más alerta. Este sistema se encarga de mejorar nuestro estado de alerta ya sea por emoción o miedo.
- El sistema nervioso parasimpático: Es la parte calmante de nuestro sistema nervioso autónomo. Se encarga de la relajar el ritmo cardíaco, disminuir la frecuencia respiratoria, etc.
Se ha demostrado que cuando estamos en un estado de más alerta al practicar la gratitud, las emociones que experimentamos son más intensas y los beneficios de esta práctica se incrementan. De este modo la efectividad de la gratitud mejora.
Esto se hace mucho hoy día mediante respiración cíclica hiperventilada. Respirando de forma muy intensa. Inhalar, exhalar, inhalar, exhalar muy profundamente durante 25 o 30 respiraciones. Entonces uno se queda sentado en una postura meditativa, o concentrado en el cuaderno o papel, y escribe las cosas por las que se está agradecido, tratando de sentir esas cosas o pensar profundamente en ellas.
Y tiene todo el sentido del mundo el hecho de que aumentar la excitación autonómica hacia un mayor estado de alerta crea un sentimiento más potente de gratitud.
También puedes activar este estado a través de baños fríos, cantando o realizando cualquier otro tipo de actividades que activen tu sistema nervioso simpático.
La forma más efectiva y beneficiosa de practicar gratitud
Sin embargo, se ha descubierto sorprendentemente que aún hay una forma más efectiva aún de beneficiarse de la práctica de la gratitud.
Las investigaciones en este tema han revelado que cuando uno recibe agradecimiento por parte de otra persona los beneficios de la gratitud son mucho mayores que cuando uno mismo se siente agradecido.
¿Con cuánta frecuencia es bueno practicar la gratitud?
Cuanto más practiques la gratitud más beneficiosa te resultará esta práctica. Preferiblemente una o varias veces al día. Pero si lo haces al menos 3 veces a la semana ya notarás los beneficios.
¿Cuándo es mejor realizar esta práctica?
Las investigaciones han demostrado que cuando más efectiva resulta la practica de la gratitud es por la mañana al despertar y por la noche antes de dormir, pero cualquier momento del día es apropiado para hacerlo.
No es una herramienta nueva, ha sido usada desde hace cientos de años, pero ahora es cuando la ciencia ha investigado sobre ella y ha avalado sus beneficios gracias a las nuevas tecnologías que estudian la neuroquímica, los datos de neuroimagen, los estudios de conectividad de cuerpo-mente.
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Ingrediente para el éxito de hoy:
Usa la poderosa herramienta de la gratitud y saca partido de sus múltiples beneficios demostrados científicamente
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