En este artículo aprenderás qué es un hábito y por qué son tan importantes los hábitos en tu vida.
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“No hay nada que no puedas hacer si tienes los hábitos correctos” #Charles Duhigg
¿Qué aprenderás en este artículo?
Definición de hábito
Un hábito es una acción que realizamos regularmente y que acabamos convirtiendo en costumbre.
Otra definición de hábito sería una rutina; una respuesta automática a una situación específica.
Según los investigadores de la Universidad de Duke (en Carolina de Norte, Estados Unidos) los hábitos representan sobre un 40% de todo lo que hacemos en un día.
Ahora que ya tienes claro el significado de hábito, veamos por qué deberías prestarle atención a tus hábitos diarios.
¿Por qué son tan importantes los hábitos?
Tu vida actual es básicamente la suma de tus hábitos. Si estás en forma o no lo estás, es por tus hábitos. Si eres feliz o no lo eres, es resultado de tus hábitos. Si tienes una vida de éxito o no la tienes, es debido a tus hábitos.
Si tienes una vida de éxito o no la tienes, es debido a tus hábitos.
Lo que haces repetidamente (lo que piensas y cómo actúas) es lo que da forma a la persona que eres, las cosas que crees y la personalidad que tienes. Cuando aprendes a transformar tus hábitos, puedes transformar tu vida.
El sorprendente poder de los pequeños hábitos
Esta historia real que nos cuenta James Clair en su libro “Hábitos atómicos” es un ejemplo del sorprendente poder de los pequeños hábitos.
El destino del Ciclismo Británico cambió de forma increíble en 2003, cuando la organización que regula el ciclismo profesional en Gran Bretaña, contrató a Dave Brailsford como su nuevo director de rendimiento. Por entonces, los ciclistas profesionales de Gran Bretaña padecían un siglo de mediocridad. Desde 1908, solo habían ganado una medalla de oro en los Juegos Olímpicos y llevaban 110 años sin ganar el Tour de Francia.
El rendimiento de los ciclistas británicos era tan malo que los principales fabricantes de Europa no querían venderle bicicletas a ellos porque temían que sus ventas se vieran afectadas por su mal desempeño.
Brailsford fue contratado para poner al equipo británico en una nueva trayectoria. Lo que diferenciaba a Brailsford de los entrenadores anteriores era su implacable compromiso con una estrategia a la que llama “agregación de ganancias marginales”, que es una filosofía que aspira a alcanzar un pequeño margen de mejora en todo lo que se hace.
Así explica esta estrategia el propio Brailsford:
“El principio de esta filosofía consiste en aislar cada uno de los aspectos del ciclismo. Si se mejora el 1% de cada uno de esos aspectos, se habrá obtenido una mejora considerable una vez que todos los cambios se apliquen al mismo tiempo”.
Brailsford y los entrenadores a su cargo empezaron a hacer pequeños ajustes en diversos aspectos que podían esperarse de un equipo profesional:
- Empezaron por rediseñar los asientos de las bicicletas para hacerlos más cómodos y aplicaron alcohol a las ruedas para darles una mejor tracción.
- Le pidieron a los ciclistas que utilizaran shorts con sistemas eléctricos de autocalentameinto que les permitieran mantener la temperatura muscular ideal mientras pedaleaban.
- Comenzaron a usar sensores de biorretroalimentación para monitorear la manera en que cada uno de los atletas respondía a determinados entrenamientos.
- El equipo probó diversas telas en un túnel de viento, lo que tuvo como consecuencia que pidieran a los ciclistas que participaban en pruebas exteriores que cambiaran sus trajes por equipos diseñados para interiores, ya que descubrieron que eran más ligeros y aerodinámicos.
Pero no se detuvieron ahí. Brailsford y su equipo siguieron haciendo mejoras del 1% en áreas que habían pasado por alto o que resultaban inesperadas.
- Probaron diversos tipos de ungüentos para masajes con el fin de descubrir cuál era el más rápido para lograr la recuperación de los músculos dañados.
- Contrataron a un médico que enseñó a los atletas la mejor manera de lavarse las manos para evitar contraer resfriados.
- Determinaron el tipo de almohada y de colchón que brindaba más comodidad a cada competidor a la hora de dormir.
- Incluso pintaron de blanco el interior del camión que transportaba las bicicletas del equipo. Esto último les permitía detectar hasta la más pequeña partícula de polvo. Estas partículas normalmente pasaban inadvertidas, pero iban a frenar a las bicicletas que habían sido cuidadosamente afinadas. Estas se degradaban por el contacto con el polvo, lo cual afectaba su desempeño en la pista.
Conforme estos cientos de pequeñas mejoras se acumularon, los buenos resultados comenzaron a llegar antes de lo que cualquiera hubiera podido imaginar.
Tan solo cinco años después de que Brailsford tomara el mando, el equipo de ciclismo británico dominó las diversas pruebas en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, donde obtuvieron un sorprendente 60% de las medallas disponibles para esta actividad. Cuatro años después, en los Juegos Olímpicos de Londres, los británicos elevaron el nivel de la prueba al romper nueve récords olímpicos y siete récords mundiales.
Este mismo año, Bradley Wiggins se convirtió en el primer ciclista británico en ganar el Tour de Francia. En 2013, su compañero de equipo, Chris Froome, ganó la carrera y repitió la hazaña en 2015, 2016 y 2017, lo cual dio al equipo británico cinco victorias en el Tour de Francia en seis años.
Durante un periodo de diez años, de 2007 a 2017, los ciclistas británicos ganaron 178 campeonatos mundiales y 66 medallas de oro olímpicas y paralímpicas. Además conquistaron cinco victorias en el Tour de Francia.
Todas estas hazañas realizadas en tan corto tiempo son consideradas como el caso de éxito más importante en la historia del ciclismo.
Por todos estos éxitos conseguidos, el Imperio Británico nombró a Brailsford «Miembro de la Orden del Imperio Británico» en 2005, «Comandante de la Orden del Imperio Británico» en 2009 y fue nombrado caballero tras los resultados en las Olimpiadas de Londres en 2012.
¿Cómo sucedió todo esto? ¿Cómo fue que un equipo de atletas ordinarios se transformó en un equipo de campeones gracias a pequeños cambios que, a simple vista, no parecían hacer más que una modesta diferencia?
¿Cómo es posible que una serie de pequeñas mejoras logren acumular, en conjunto, unos resultados tan destacados? ¿Cómo puedes replicar esta estrategia en tu propia vida?
Por qué los pequeños hábitos generan una gran diferencia
Solemos sobreestimar la importancia de las grandes victorias y restarle valor a las pequeñas mejoras del día a día.
Muchas veces creemos que un enorme éxito requiere una acción igual de grande. Ya sea que se trate de perder peso, de montar un negocio, de escribir un libro, de ganar un campeonato o de alcanzar cualquier otra meta, nos presionamos para realizar una mejora que sea sumamente extraordinaria.
Por otro lado, las pequeñas mejoras del 1% son hechos apenas perceptibles, parecen no tener significado. Pero a la larga suelen ser mucho más importantes.
La diferencia que los pequeños hábitos pueden provocar es realmente sorprendente.
La matemática de las pequeñas mejoras funciona de la siguiente manera: si logras ser un 1% mejor cada día durante un año, terminarás siendo 37 veces mejor al final del mismo. Por el contrario, si deterioras tu conducta un 1% cada día, al final de un año habrás llegado casi a cero.
Lo que empieza con una pequeña ganancia o una pérdida insignificante, se acumula con el tiempo y se convierte en algo grande.
Los hábitos son el interés compuesto de la superación personal. De la misma manera en que el dinero se multiplica mediante el interés compuesto, los efectos de tus hábitos se multiplican en la medida en que los repites cada día. No parecen hacer mucha diferencia en un día determinado y, sin embargo, el impacto que producen conforme pasan los meses y los años puede resultar enorme.
Solamente cuando miramos atrás los últimos años nos damos cuenta y quedamos sorprendidos del valor de los buenos hábitos y el costo negativo de los malos hábitos.
Las pequeñas batallas que ganamos cada día son las que definen nuestro futuro.
Un pequeño cambio en tus hábitos cotidianos puede conducir tu vida a un destino completamente distinto.
Tomar una decisión que es 1% mejor o 1% peor puede no parecer importante en un momento dado, pero en el transcurso de todos los momentos que conforman una vida, estas decisiones determinan la diferencia entre la persona que eres y la persona que podrías ser.
El éxito es el producto de nuestros hábitos cotidianos, no de transformaciones drásticas que se realizan una vez en la vida.
No importa cuán exitoso seas ahora. Lo que importa es determinar si tus hábitos te están conduciendo hacia el camino del éxito. Debes preocuparte más de la trayectoria que estás siguiendo en el presente que de los resultados que has alcanzado hasta ahora.
¿Gastas menos de lo que ganas cada mes?¿Vas al gimnasio varias veces a la semana?¿Lees libros y aprendes algo nuevo cada día?
Las pequeñas batallas que ganamos cada día son las que definen nuestro futuro.
El tiempo magnifica el margen entre éxito y fracaso y va a multiplicar aquello que repites con frecuencia. Los buenos hábitos terminan siendo tus aliados.
Por eso es tan importante entender bien el significado de lo qué es un hábito y cómo funcionan, para que puedas diseñarlos de acuerdo con tus preferencia y seas capaz de construir con ellos la vida de tus sueños.
¿Recuerdas lo que es un hábito?
Por definición, hábito es una acción que realizamos regularmente y que acabamos convirtiendo en costumbre.
¿Qué nuevos hábitos podrías implantar en tu vida para conseguir un futuro de éxito?
Pensar en la vida que te gustaría tener te dará pistas para saber qué hábitos te llevarán a ella. Además te aportarán una dosis de motivación extra para recorrer ese camino con más energía e ilusión.
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Ingrediente para el éxito de hoy:
GENERA PEQUEÑOS hábitos Y CONSIGUE RESULTADOS EXTRAORDINARIOS
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